Neto Peña hace historia en el Lunario del Auditorio Nacional: Un sold out inolvidable

Nota de Héctor Sánchez.

El pasado 22 de noviembre, el Lunario del Auditorio Nacional se vistió de fiesta urbana mexicana cuando Neto Peña pisó por primera vez ese escenario tan icónico.

Y no fue cualquier debut: el tapatío lo llenó hasta el tope. Sold out absoluto, gente cantando desde la primera fila hasta la última, una energía que se sentía en el pecho.

Así se vivió el concierto…

Desde que se apagaron las luces y sonó la intro, se notaba que no era un concierto más. Neto salió con toda la actitud, humilde pero seguro, y arrancó disparando clásico tras clásico: “Sería un placer”, “Nada me va a importar”, “Nuestra canción”, “Agua de grifo”, “Prohibido”, “Todo va a estar bien”… no dejó ni una sola canción fuera del repertorio. El público sabía cada letra al pie de la letra, era como si todo el Lunario fuera un gran coro acompañándolo.

Lo mejor vinieron los invitados y las sorpresas. Cuando subió Robot (el mismo de “Me gustas tú”) el lugar se vino abajo; juntos hicieron “Nuestras canciones” y “Hola, ¿cómo estás?”, puro sentimiento. Luego apareció Toser One y la vibra se puso callejera de inmediato con “Así es la vida” y “Marihuana”; la gente brincaba tanto que se sentía temblar el piso. Hubo más colaboraciones que no voy a spoilear por si alguien ve el video después, pero cada salida era una locura.

Neto se veía emocionado de verdad. En un momento paró el show, miró al público y dijo algo como: “Nunca pensé llenar el Lunario, cabrones… esto es gracias a ustedes”. Ahí se le quebró un poco la voz y varios en el público también. Fue de esos instantes que te recuerdan por qué vas a conciertos.

Neto Peña en el Lunario del Auditorio Nacional. Foto: Héctor Sánchez.

Sonido impecable (para ser el Lunario, que a veces falla), iluminación sencilla pero efectiva, y una banda en vivo que le dio otro nivel a temas que normalmente escuchamos solo con beat. Neto rapeaba, cantaba, se movía por todo el escenario y hasta se aventó un pequeño stage dive que casi provoca un infarto colectivo.

En resumen: si no fuiste, te lo perdiste feo. Fue el primer concierto de Neto Peña en el Lunario y lo convirtió en su casa. Se notaba que para él era un sueño cumplido y para nosotros una noche que quedará grabada en nuestro corazón.

Neto Peña en el Lunario del Auditorio Nacional. Foto: Héctor Sánchez.

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