El pasado 14 de noviembre, la cantante y actriz mexicana Ximena Sariñana realizó un concierto único y lleno de emociones en el Teatro Metropólitan, donde aprovechó la ocasión para presentar «Existencia Kamikaze».
Así se vivió el concierto…
A lo largo de más de dos horas, la artista compartió con sus seguidores un show cargado de emoción, recuerdos y momentos definitorios que conmemoraron una carrera que se lanzó formalmente en 2008 con el disco Mediocre.
Con un llamativo atuendo plateado de inspiración futurista, Ximena inició la velada con “ALV”, el potente sencillo de su producción más reciente, Existencia Kamikaze, encendiendo de inmediato la euforia de los asistentes.
Entre destellos de iluminación en tonos esmeralda y zafiro, “¿Qué tiene?” resonó rápidamente como un himno a la libertad personal y la autenticidad, estableciendo un ambiente de celebración en el histórico recinto.
La vocalista guio a su audiencia a través de diversas etapas de su discografía con canciones esenciales como “Si tú te vas”, “La vida no es fácil”, “Ojos diamantes” y “Parar a tiempo”, melodías que evocaron profunda nostalgia en quienes han sido testigos de su evolución desde los comienzos.
En un momento de gran cercanía, la cantante confesó que, a través de tantos años de hacer música, el tesoro más grande ha sido la red de amistades que ha forjado en el camino.
Uno de los picos de sorpresa de la noche llegó con “Cuento”, que fue interpretada junto a El Bogueto. El artista urbano inyectó su sello distintivo para transformar el tema —popularizado por la película Amarte duele— en una electrizante fusión de reggaetón y sensibilidad romántica.
Más tarde, Santiago Casillas, de Little Jesus, subió al escenario para interpretar “Fuera de lugar”, y a pesar de la notoria afectación en su voz, entregó una versión conmovedora, solo arropada por su guitarra.
El recinto también recibió a Caloncho, quien se unió para cantar “Viendo vemos”, una pieza de corte folk-pop que invita a la reflexión sobre las redes sociales y la imperfección inherente al ser humano. Durante “Una vez más”, Ximena convirtió al Metropólitan en un gigantesco coro dividido en dos secciones, logrando una sincronía especial con su público.
Tras un veloz cambio de indumentaria, la artista reveló su faceta más ligada al rock. Con la guitarra eléctrica en mano, desató la euforia con “Nada” y procedió a uno de los puntos más emotivos de la noche con “Mediocre”, envuelta en una cascada de confeti que motivó al público a entonar cada estrofa como un cántico generacional.
Éxitos como “No vuelvo más” y “Chispa roja” también fueron parte del itinerario antes de llegar a “los prohibidos”, liderados por “Lo bailado”, que obligó a todos a ponerse de pie.
Aunque la artista se retiró brevemente del escenario, la unánime petición de “¡Otra!” la hizo regresar. Sentada ante el piano, interpretó “Temes”, una balada sobre la importancia de aceptar los errores para poder seguir adelante. Enseguida vino uno de los duetos más aplaudidos: Zahara la acompañó para entonar “Cobarde”, desatando una ovación.
El clímax de la nostalgia se presentó con “Amarte duele”, donde Ximena invitó a la audiencia a gritar “¡Renaaaata!” en un emotivo tributo al icónico personaje que marcó a una generación completa. Más adelante, Ximena sorprendió con interpretaciones de temas que nunca había tocado en vivo, homenajeando a diferentes músicos con versiones de “Aire soy”, “Se fue”, “Película” y “Pervert Pop Song”.
El gran final llegó con un estallido de júbilo gracias a “Mis sentimientos”, melodía que hizo vibrar el recinto con el inconfundible “Bom, bom, bom, bo bom bo bom”, acompañado de una segunda ráfaga de confeti que inundó el lugar de color y alegría.
Visiblemente agotada, pero profundamente conmovida, Ximena Sariñana se despidió, confirmando una vez más por qué su voz y su propuesta musical se han consolidado como una figura clave y un referente emocional en la escena mexicana por casi dos décadas. Una noche que no solo rindió homenaje a su legado, sino que también celebró la profunda conexión que mantiene con sus seguidores.
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